CREANDO FUTURO: MALENA ORDOÑES: LA TEJEDORA

Cuando uno trabaja de lo que le gusta, es como que no trabajara. Malena Ordoñes es la propietaria de “Crochet Artesanal”, trabaja desde hace años en lo que le gusta. 

“Empecé a tejer a los 8 o 9 años. Mis abuelas materna y paterna tejen, y yo aprendí a tejer viéndolas a ella”, relata Malena, quien es el nuevo capítulo del ciclo Creando Futuro, en donde los emprendedores de la localidad tienen un espacio dentro de La Coope Radio. 

En aquellas épocas la forma de aprender era viendo, y leyendo las revistas de tejido que llegaban. 

“Mi primer tejido fue una carpeta, que terminó siendo el sombrero de una muñeca”, recuerda.  

“El crochet es básico. Tenes puntos básicos y si los aprendes ya podés tejer. Tenes cadena, medio punto, bareta, media bareta. En base a eso ya podés leer un patrón e ir aprendiendo”, explica la mujer, quien tiene alumnas y les explica lo mismo, “es clave tener paciencia para que las cosas salgan”. 

"Siempre me gustaron las manualidades y el bordado. En 2010 comencé a ir a ferias, con distinta bijouterie, y en 2013 salió una colección en el diario, en donde había ropa. Al final de esa colección venían dos muñecos hechos con amigurumi. Ahí fue que empecé a hacer y subir fotos al Facebook. Siempre haciendo cosas para mi, o mi familia", relata. 

"En el año 2015, en enero, hice mi primera venta: una agarradera de frutilla. Desde ahí me comencé a dedicar a esto que hago con mi emprendimiento", explica.

Las cosas se fueron dando paso a paso, sin un orden establecido. Si bien Malena cuenta que el emprendimiento en principio incluía otras cosas, como la restauración de muebles, por ejemplo. Ahora sólo se dedica al tejido, a partir de la demanda de la gente. 

El limite de las redes sociales no se corta y Malena Ordoñes cuenta que sus producciones viajan por todos lados y que su mercado no es sólo para Tío Pujio sino también Villa María y James Craik, “aunque hay cosas que me encargaron para regalar a otros lados en el país”. 

“Lo que más sale son regalos para niños. Nacimientos de bebés”, explicó la emprendedora local, que más allá de esto ha llegado a hacer amigurumis con imágenes del grupo rockero “La Renga”, que eran para colocar en una repisa. 

Durante la pandemia, Malena comenzó a difundir su conocimiento, dando clases, primero de manera virtual y ahora presencial. Tiene incluso un taller de tejido en el Municipio y varios grupos donde dicta talleres. 

“Que se animen, que seguramente habrá mejores épocas o peores, pero yo por ejemplo desde 2015 que empecé, nunca dejé de tejer. Algunas veces más, otras veces menos, pero nunca dejé de hacer”, destaca Malena en su mensaje a los emprendedores que siguen pensando si empezar o no con su nuevo proyecto de vida. “La palabra de todos los emprendedores, creo, es ‘animarse’”, dice la mujer.