EXODO JUJEÑO: UN HITO POCO CONOCIDO QUE VALIÓ LA INDEPENDENCIA NACIONAL

¿Qué es el ser nacional? podría ser el inicio de una larga charla sobre política e historia argentina, en la que probablemente no lleguemos nunca ponernos de acuerdo.

¿Cómo se construye nuestra argentinidad? ¿Cómo se formó lo que hoy conocemos como Argentina? y fundamentalmente como surgió la personalidad del país que llamamos Argentina, ya son preguntas un poco más cercanas y que si bien generan debate, puede que encuentren un hilo conductor.

Precisamente, la historia es eso: muchos hechos aislados, pero con un hilo conductor que termina uniéndola.

La independencia argentina no es sólo un papel -cuyo original se extravió allá por 1816- sino que son una larga serie de hechos que no hicieron más que reforzar la conciencia nacional y la posibilidad de tener un país libre del dominio extranjero (sí, lo seguimos discutiendo 200 años después, y también hay un hilo para eso, pero lo dejamos para otra nota).

La reacción de los patriotas a las invasiones inglesas, el intento de tener un gobierno patrio allá por mayo de 1810, la diplomacia de Moreno, pero también las figuras de San Martín y Belgrano, al frente de ejércitos, luchando contra realistas que querían recuperar las Provincias del Río de la Plata. Todas son una larga cadena de hechos que llevan hasta julio de 1816.

El éxodo jujeño, un hito de dimensiones bíblicas, pero palpable. Fue uno de ellos, y extrañamente, e injustamente, quedó olvidado en el tiempo.

Un pueblo completo, San Salvador de Jujuy, que fue trasladado hacia otra provincia. Cientos de personas marchando por el norte argentino, con sus cosas, con sus animales. Rumbo a otra provincia.

Escapando de la llegada de un ejército, que se encontró desconcertado ante una ciudad desierta. Casi fantasma.

Manuel Belgrano, que no era militar, sabía del poderío español. Y sabía que al llegar a Jujuy, las tropas podrían saquear el poblado -y aprovechar el favor de algunos vendepatria que nunca faltan- para abastecerse y seguir camino hacia Salta.

La mejor idea fue una idea sólo leída en la Biblia: el éxodo. Toda una población llevándose absolutamente todas sus cosas, y marchando por el Camino Real, rumbo al sur. Hacia Salta. 18 leguas a pié. Una marcha que comenzó un día como hoy.

Al llegar a Jujuy, el ejército español, con más de 3 mil hombres. Sólo encontró casas y cultivos quemados y destrozados.

Lejos de poder abastecerse, los realistas fueron los que quedaron diezmados ante la situación. Días después el mismo ejército sería derrotado por las fuerzas del ejército del Norte, en Tucumán. Teniendo que escapar a pie por la Cordillera de los Andes.

Un gran obelisco recuerda la gesta en San Salvador de Jujuy. Hoy es feriado en esas provincias del norte, y vaya si es importante.

La historia se hace de pequeños hitos, que van unidos a través de un largo hilo conductor. El Éxodo Jujeño es uno de esos sucesos por los cuales allá por 1816, nuestro país firmó la Independencia, y hoy aquí lo recordamos.